miércoles, 30 de mayo de 2012

Aquí estamos todavía

Por José Mazzella (Argentina)


Qué partido!

Aquí estoy.

Aquí estamos.

Con la hinchada dividida.

Sacamos nosotros,

Y con la pelota en nuestro poder.

Arrancamos desde mitad de cancha tranquilos.

Nos sale a marcar el aburrimiento

Y le hacemos un sombrerito

Se nos tira a los pies a quebrarnos, la envidia,

Y le tiramos un caño espectacular.

De atrás nos agarra de la camiseta

el aguerrido crítico destructivo

Y nos desprendemos suavemente

sacándonos la camiseta

sin que siquiera se dé cuenta el árbitro.

Que, entre paréntesis, pareciera que juega para nosotros.

Ya casi entrando al área intenta hacernos penal el mal pensado

Pero no le damos el gusto

Dribleándolo y pasándolo por el costado

Entonces, ya frente a frente con el arquero:

(La arquera en realidad) La muerte,

se nos tira a los pies para sacarnos la pelota

Pero le hacemos un quiebre de cintura

Y se la colocamos en el ángulo

Terminó el partido:

La vida 1, la muerte 0

¿¡Qué tal?!

Transpiramos la camiseta, pero valió la pena…

Entre cartas, poemas y cuentos Luego nos vemos

Por Marcos Winocur
Los he convocado para comunicarles que me voy al reino de las sombras quietas. Parece un lugar tranquilo donde gobierna la hospitalidad, allá voy. Por si las moscas, convengamos lo siguiente. Si el lugar resulta desagradable, volveré para contarlo y todos estaremos prevenidos. Si, como les decía, resulta un lugar agradable, no tiene caso que todos ahora emprendan el viaje.

Luego nos vemos.

lunes, 28 de mayo de 2012

La vieja pulpería

Plantada en una esquina
De la ciudad arenosa,
Que faltase no había cosa,
Desde bolas de naftalina,

Hasta por “jase” la leña,
Aparte las baratijas
Y por supuesto la hija
Regordeta de la dueña.

En un rincón por ahí,
Se leía en un letrero:
“Trampas acá no las quiero,
todas afuera, no aquí!”
Al lado del pan con queso,
En la pulpería añeja
Estaba, para las viejas,
Remedios para sus huesos

Y unas píldoras rosadas
Que entre otras propiedades
Curaban calamidades
Por quedar embarazadas.

Medicinas muy baratas
Las había a montones,
Muy buenas para fricciones,
Como el aceita de pata.


Llegó a ser muy requerido,
En la pulpería de otrora,
Un libro en que la autora
Tituló Cuide al marido.

La hija de la pulpera
Ya era en años, bien pasada
Mas lucía cual planchada
O conservada en salmuera.

En cuanto a la dueña absoluta
Del negocio y de su techo,
Decía tener tan buenos pechos
Para andar en contra ruta.

La pulpería de antes
Que se murió por ahí,
Siempre tuvo para mí
Efectos tranquilizantes.

domingo, 27 de mayo de 2012

A mi madre


De: Julián de Casal



No fuiste una mujer, sino una santa

que murió de dar vida a un desdichado,

pues salí de tu seno delicado

como sale una espina de una planta.



Hoy que tu dulce imagen se levanta

del fondo de mi lóbrego pasado

el llanto está a mis ojos asomado

los sollozos comprimen mi garganta.



Y aunque yazgas trocada es polvo yerto,

sin ofrecerme bienhechor arrimo,

como quiere que estés, siempre te adoro.



Porque me dice el corazón que has muerto

por no oírme gemir, como ahora gimo

por no oírme llorar, como ahora lloro.

Invocación a la madre



De: Antonio José de Sainz



De nuestra madre el cariño,

es un efluvio de aroma,

una sonrisa de niño

un arrullo de paloma.



Tengamos en nuestra madre

el alma y los ojos fijos;

que el desamor no taladre

el cariño de los hijos.



Besemos su dulce frente

con santa veneración,

pues ese beso ferviente

nos alivia el corazón.



Cuando nos besa y atrae

con ternura y emoción,

su beso es perla que cae

al fondo del corazón.

sábado, 26 de mayo de 2012

Mi mamita

Por Teodoro Palacios

Mi casa es un cielo

de dicha y de paz,

no hay ángel tan bueno

como mi mamá.

“Arriba, paloma mía,

mi cielo, mi sol, mi reina”,

me dice en las mañanitas,

y ella me viste y me peina.

Sale al umbral de la puerta,

me da sus santos consejos,

y no me pierden sus ojos,

hasta que me ven muy lejos.

Cuando vuelvo de la escuela,

sumida está en sus quehaceres,

me da unos cuantos besitos

y me mira los deberes.

Tiende los blancos manteles

y a su lado me hace estar,

me da los postres mejores,

porque a mí me quiere más.

Mi casa es un cielo

de dicha y de paz,

no hay ángel tan bueno

como mi mamá.

viernes, 25 de mayo de 2012

El mensaje del reloj

I

El reloj también tiene su lenguaje.

Lenguaje que sólo entienden

las almas meditativas

que dialogan con el silencio,

y que en el lento girar de sus manecillas

va escribiendo una página distinta

para cada edad del hombre.

II

Hay una extraña elocuencia

en la musicalidad de su tic-tac...

que apacigua la impaciencia de un niño

en su ansia de ser hombre,

y luego, cuando la adolescencia da paso

a una juventud esplendorosa y magnífica,

el joven adivina

en el monótono canto de las horas

un nuevo mensaje

III

Es una clarinada sonora

llamando a la lucha.

La voz de las horas que nos incitan

a la lid heroica y sublime

que emprende el hombre

en la conquista de sí mismo.

jueves, 24 de mayo de 2012

Tarántulos Poemas inéditos

Blanca Wiethüchter - (1947 - 2004)


1.

Un dolor de tarántula me quema el

pecho

deformando el cuerpo

de la luz.

Quiere surgir ella,

la cazadora

y envolver el mundo

salivando con fervor.

Ignora tal vez los miles

de tarántulos

que indescifrables

andan por ahí.

4.

Oigo voces en los

corredores de la noche

cierra, rápido las puertas

quieren que diga lo que no quiero

decir.

7.

Las palabras no pueden decirlo

todo.

El silencio, sí.

Será por eso que el número uno

es inmutable y mudo.

8.

Seis pares de ojos

mirándome desde el cordón de la

entraña.

Algo habrá que decir:

Que la vida

Pájaro.

Que la vida

Rosa.

Que la vida: ventana, jardín, mar,

montaña.

Que la vida…Este cuerpo doliéndome su

despedida.

10.

No acabo de pensar la forma que me inventa

ni umbral, ni hueso, ni morada, ni

ceniza.

Sólo esta manera de vestir y desvestir

el espanto.

12.

Tengo el cuerpo lleno

de ilustraciones célebres

de letras como un libro

parezco una historia literaria

navegando en el aire.

Sólo cuando él me toma de

la mano entonces, sólo entonces,

cuando la caricia sinuosa niebla

el deseo lleva a las cascadas

y la caverna absorbe todo el mar

la tierra humilde

vuelve a mis pies

sin letras

y húmeda.

14.

Las palabras navegan como

pequeños sarcófagos

en la corriente de un viento

malogrado

15.

Hila,

Tarántula

hila

que se hunde el mundo.

18.

Atada mi lengua

el oído

se duele del amor.

20.

Bajo el arco azul del invierno

estalla la luz

sobre las fisuras de la montaña.

Aparecen las sombras

que enardecen el alma

las sombras

las femeninas sombras…

23.

Hila, Tarántula, hila

que ahí viene el miedo

armado hasta los dientes

de lustrosos agujeros

más negros que el charol.

24.

Busca el hilo

la hebra que da línea

traza el círculo

que te acoge

como casa

como nido

como abrigo

en tu nube

suave telaraña.

26.

Te nombro Tarántula

y no sé quién eres

pero tampoco sé quién soy

(tal vez sólo la costumbre de un

nombre)

pero hay algo entre las dos

algo estrecho

algo que no logro descifrar

algo azul

o será ¿alguien?

POSTLUDIO

Como en una revelación

como en una visión

un día

se alza de la realidad dormida

de la superficie por evidente

volcada a lo invisible:

la vida

que se vierte en un verbo

como en un vaso

que no vela una verdad.

miércoles, 23 de mayo de 2012

Eduardo Mitre Poeta de la claridad y la celebración

Nacido en Oruro en 1943, Eduardo Mitre ocupa un lugar central en la poesía boliviana contemporánea. Desde Ferviente humo (1968) ha construido una obra marcada por la claridad, la precisión y la celebración. Sus últimos libros –El paraguas de Manhattan (2004), Vitrales de la memoria (2007) y Al paso del instante (2009)– han sido editados por el sello español Pre-Textos. Los poemas “Enigma” y “Pena”, reproducidos en esta página, fueron publicados en el número de mayo de la revista mexicana Letras Libres, de la que el poeta boliviano es asiduo colaborador.

MAESTRO, DEBER CUMPLIDO

De: Sebastián Moya J.



Cuál sutil efluvio de sapiencia

cunde en el aula

esas ansias de forjar

nuevos hombres.



Niñas y niños

con avidez de nuevos conocimientos,

encuentran calidez en su maestro

fuente de nobles sentimientos.



Muy sagaz en esquivar

urgentes llamados de reposo,

pues su templada voluntad

le hacía más vigoroso.



De afán permanente por transmitir

de la ciencia sus verdades

con paciencia a caudales

del maestro es su vivir.



Y tras ese largo transcurrir

en su cotidiano templo del saber

de sus alumnos con amor y

en unicidad del pensamiento

le place oír, con serena satisfacción,

¡deber cumplido, querido maestro!

martes, 22 de mayo de 2012

Robo de chirimoyas (III)

Pringados hasta las cejas
comíamos las ricas frutas
con desvergüenza absoluta
huyendo de las abejas.

De pronto dos de nosotros,
-no son precisos los nombres-
gritamos ¡viene un hombre
grande y fuerte como un potro!

Venía el llegado, al trote
y para colmo del asombro
revoleaba sobre hombros
un reluciente garrote.

Por el miedo, sacudidos
emprendimos veloz fuga
nunca a paso de tortuga
y más bien cual si escupidos.

Era el dueño de las plantas
quien con al ristre el garrote
hablaba de apretar cogotes,
su intención no era santa.

¡Atajen a los pillos!, exclamaba
y con tal fuerza lo hacía
que por correr se caía
pero al tiro se paraba.
Por lo menos una legua
se extendió la maratón
de chiquillos, un montón
que querían una yegua.

Apareció una laguna
en la fuga, a la distancia,
se sintió fresca fragancia
y fue de veraz, fortuna.

Allí caímos los pillos,
puede decirse felices
con lodo hasta en las narices
pero ilesos los diablillos.

De esa vez, la chirimoya,
ni después de largo ayuno
no nos tentó a ninguno
y dejó de ser una joya.

La invitada

Eduardo Mitre
Parco –parvo– todo adjetivopara su manera de saludar,de quitarse el abrigo,de sentarse en el sofá

y cruzar las piernascubiertas por la faldabesándole los tobillos,y de aceptar un vaso de agua

y luego una copa de vino

y su modo de alzarlaentre el índice y el pulgarcomo si de un clavel se tratara;

y su forma de entrar en confianza–sin suprimir la distancia–regulando en cada palabra

la temperatura del diálogo,y el tono de su vozal referirse a su infanciaen Londres, y de pasodecirnos su edadsin esconderse los años,y, a la mesa, el roce de su manosobre el mango del cuchillo,poco antes de empuñarlo y su caricia a la servilletaantes de desplegarlay pasarla por los labiosdejando apenas huellas, y, en la sobremesa,su sonrisa al mencionaral ex marido, y otra, radiante,al nombrar a su hijo, y al cabo mirar el relojy exclamar: “¡Qué tarde, Dios mío!”,para levantarse serena,retomar el abrigo, dar las gracias y despedirseen la penumbra del pasillo,dejándonos sumidosen la nostalgia de su imagen, mirando su sitio vacío,sin poder imaginarla en su cuartoni precisar cuántohace que se ha ido.

PACHAMAMA

De: Rómulo Quintana Soza

Nacía el brillante sol,

deslumbrando a las aguas del río

que murmuraba, sobre su suave lecho,

un dulce canto de amor…



Sensual, la montaña ofrecía

sus senos pletóricos de roca y verdor,

a los agrestes pajonales

que cantaban gorjeando, su melancólico son…



Libando el dulce néctar

de la fresca lluvia,

una breve nube viajera

cantaba su canción de cuna,

a la noche que se dormía

sobre la tibia piel

de la tierra…

lunes, 21 de mayo de 2012

Perplejidad

Qué cosa extraña, Lejana:nunca te recuerdo desnuda,siempre llevas algo puesto:un abrigo rojo,una falda largay, en pleno verano,una blusa cerrada. No, nunca amanecen enmi memoriatus senos descubiertos,ni tus muslos,ni el fino triánguloque cubría tu sexo.

Tu desnudez permanececomo una flor en la sombra,como si alguien me castigaradevolviéndoteno sólo a tu misteriosino también a tu virginidad. Y pensar que, entonces,ardíamos juntoscomo un par de leños. Qué riguroso, Lejana, el modoen que volvieron a vestirtelas manos del tiempo.

Adiós tristeza

Buenos días tristeza

Grabada estás en las líneas del techo

Grabada en los ojos que yo amo

No eres del todo miseria

Pues los labios más pobres te denuncian

Con una sonrisa

Buenos días tristeza

Amor de los cuerpos amables

Poder del amor

Cuya amabilidad surge

Cual monstruo sin cuerpo

Cara desencantada

Tristeza bello rostro



Paul Eluard (Francia 1895-1952) en: La vie inmédiate

domingo, 20 de mayo de 2012

Pena

Y se quedarán lospájaros cantando.

J.R.J.

Me da una pena indecibledecirles para siempreadiós a las palabras.

De todas las lenguas,y mucho mása las amorosas de la nuestra.

Y todo por un silencioque no es nada sin ellas,por una mudezque ni siquiera es ausenciasino pura pérdida.

Me dan pena mis oídosque ya no escucharánla voz de nadie,y mis labiosque no nombrarán ya nada;mientras ellas seguirán,palpitantes, de labio en labio,revoloteando en el aire,con sus alas ya imposiblespara mi voz apagada.

Enigma

EDUARDO MITRE

Cuál será la última palabraque entre o salga de mis sentidos,antes de que se me apaguencomo las luces de una casa:el oído, la voz,la mirada.¡Cuál será esa palabra!¿Será dicha, leídao sólo escuchada?

Y en qué lengua: ¿nativa,o extranjera?¿Reconocibleo totalmente ajena?

¿A qué, a quiénse dirigirá esa palabra?

jueves, 17 de mayo de 2012

Madre

No pueden, madre, desviar tu noble

intencionalidad las melifluas sirenas de Ítaca que

no pudieron con Ulises.

Inventaste oficios en pos del vil metal

para vivir y sustentar a tu descendencia, prorrumpiendo

tu grito de desahogo ante una anacrónica sociedad que despreciaba

tus intensos efluvios de igualdad.

¿Porqué no se preguntaron primero antes de sentenciar qué estaba pasando en la fragua interior de una mujer?

… Era el crisol incandescente que se negaba a la dependencia y a la sumisión.

Fuiste fuerte madre porque hiciste historia con hechos interpretando tus sueños de equidad, identificando que la mayor fuerza emocional, voluntad y lucida visión de la realidad, residían en ti.

La expresión de tus ojos esmeralda nunca decayeron en su mensaje de esperanza imbuyendo coraje, y tus lagrimas nunca traicionaron la función fisiológica del llanto trasuntando sublimidad e ignorando la pose histriónica.

Pulverizaste al agresor y al difamador con la fiereza de tu mirada armada de ideas y razón.

Cuando te impusiste desechaste la vanidad y discerniste lo que conviene decir con contenido y sentido, para despertar en los que te oían, reflexión.

Encaraste las cosas difíciles analizando y luego ejecutando, diferenciándote del hombre que ejecuta y luego recapacita, afilando las espinas a tu reconocimiento social.

Seguiste avanzando pausadamente sin éxitos quiméricos, los logros consolidados apuntalaron tu naturaleza inalcanzable por la proximidad a la virtud.

jueves, 10 de mayo de 2012

Prensa pura

Dr. Pdsta: Wigberto Salinas Navarro

En lo más alto del pensamiento

En lo alto de la libertad

Palabra clara, sentir puro.



Línea recta

Sin interferencias

Sin impugnaciones



Somos Idea, somos pensar, somos razón.

LIBERTAD…! Voz unánime.



PRENSA…!

Bastión de lucha

Pilar de orientación

Construcción de ideas, en altísimo criterio.



PRENSA…!

Lucha, propuestas, guía

Palabra de todos… ¡pensamiento único!

Criterio sano de todos.



PRENSA…!

Ideal de hombres puros

Voz para las voces… que gritan…

Un ideal firme

lunes, 7 de mayo de 2012

Robo de chirimoyas (I)

Las cuidaba como joyas,
en su predio campesino,
a la vera de un camino,
sus plantas de chirimoyas.

Eran dos las tales plantas,
la una aquí, la otra en frente
y siempre tenía a su gente,
entrenadas sus gargantas

Para dar gritos tremendos
por si acaso un pillastrín
pretendía hacer festín
y salir luego corriendo.
En suma que las dos plantas,
en tiempos de producción
eran grande tentación
para gente nada santa.

La dulce fruta en sazón
al paso del caminante,
las hambres de hoy y de antes
hacían perder la razón.

Un cerco de palos y espinas
cuidaba frutas y plantas,
pues había gente… y tanta,
igual de pilla y dañina.
General era el antojo
de que tales chirimoyas
para el dueño eran joyas
y no les quitaba el ojo.

Plantas y frutas cuidadas
por los ojos de su dueño
que no se rendían al sueño,
contaban con su alambrada.

Impenetrable el encierro
que las frutas protegía
pues además se oía
ladrar de cerca a un perro.

Bien cuidadas pues las frutas,
es decir las chirimoyas
que para el dueño eran joyas
y de verdad… absolutas. (Sigue).

sábado, 5 de mayo de 2012

AL PERIODISMO

De: Pamela Araníbar



Difícil tarea la de informar,

en un mundo que no quiere cambiar,

día a día sales a buscar la verdad;

para transformar esta sociedad.



La jornada no tiene principio ni fin,

y así parezca cruel,

la búsqueda de la verdad es tu fin.



Los políticos no te quieren,

ni las autoridades del gobierno central,

alcaldes, gobernadores y otros, buscan comprarte

sin entender que tu trabajo,

es informar y buscar la verdad.



Ser periodista para muchos no tiene sentido,

los teóricos critican sin ton ni son.

Algunos empíricos juegan a ser periodistas,

revoloteando en la plaza;

como si allí encontraran la noticia.



Lo dicho alguna vez,

este mundo que camina al revés;

es resultado de lo que se lee, se escucha y se ve;

ejecutado por artistas de los medios de comunicación,

que a pesar de todo serán siempre el cuarto poder.



Hoy querrán callarlos, mañana los perseguirán

muchos morirán, pero siempre, siempre,

existirán hombres y mujeres comprometidos

con la búsqueda de la verdad.

¡Eso señores, eso es hacer periodismo!

Para un viejo amigo periodista



De: Pamela Araníbar



Amigo periodista,

tus artículos llegaron

a los corazones de mucha gente,

esparciendo en todo el ambiente,

una llama permanente.



La proliferación del poder corrupto,

y las señales de la injusticia constante,

constituyen verdaderos insultos,

que no merecen ningún tipo de perdón.



Las noticias siempre llegan

al hogar y diversas instituciones,

superando toda traba para su difusión.,

dejando atrás las presiones.



Tuviste valentía en la dictadura,

acompañando el clamor del pueblo silenciado,

combatiendo de frente a toda censura.



Con tu voz, palabras y habilidad,

has encendido los rincones de la incertidumbre,

con una visión diaria de la realidad,

y aspirando alcanzar sin cansancio,

la luz de la verdad.



Hoy quizá eres un viejo más,

que compra el diario, ve televisión o escucha la radio,

mordiéndote los labios ante tanta falencia.



En tus venas esta el transmitir

a esos jóvenes periodistas,

toda tu experiencia para así lograr

cambiar esta sociedad.

martes, 1 de mayo de 2012

Amapolas

Yolanda Bedregal

Cifra morada del trigal dorado,

seda estrujada bajo el paso leve

de insomnes ángeles,

Qué nostalgias sensuales te acribillan

de sangre casi negra en cáliz verde?

El color en ti ensaya sus arpegios

cuando te viste del punzó hasta el blanco:

velo de novia en espumosos pliegues;

pollera enardecida de encrespadas orlas;

esponjado, redondo terciopelo

de manto funerario

o palio de cuaresma:

Amapolas

Tremolantes banderas

cuando los cascos de la luz

trotan en los prados épicos del mediodía;

lámparas del amanecer adormilado

cuando las madres dan a luz;

amapolas florecidas en las sábanas

de la noche nupcial;

amapola inclinada sobre la cuna de la espiga

dosel que destila cuentos milenarios

sobre los gérmenes;

amapola pudriéndose sobre los cuerpos

tronchados por la guerra.

Amapolas

Hoy,

en el vaso de mi mesa

despiertas.

Mañana

entre pétalos caídos. . .

verdes calaveritas coronadas.

Sangre del sueño vegetal,

sueño de la sangre vegetal,

como la vida: Sangre y sueño.

¡Amapolas, amapolas!

El obrero

De José Caffarena



Muestra en la frente huellas profundas

Herencia noble de sus jornadas,

Y sus dos manos: rústicas, fuertes

De honrosos callos tiene marcadas.



Sin él las máquinas que trabajan

Para vestirnos y darnos pan,

Jamás podrían nada,

Pues si se mueven es por su afán.



Por eso, niños, aunque las ropas

Por el trabajo lleve manchadas

Tened presente: son esas manchas

Timbre de orgullo: manchas honradas.

El Trabajo



De Clodomiro Castilla



Es tuya toda gloria en el humano

Progreso de la especie, y toda vida:

En la rueda del tiempo sostenida

La humanidad va siempre de tu mano.



Tú la alimentas con el rubio grano

Que da la tierra, por tu azada herida,

Y está por ti su desnudez vestida

Con las brillantes hebras del gusano.



Te debe a ti la humanidad entera

Su pan, su luz, su bien, su amor, su ciencia

Y cuanto dicha disfrutó aquí abajo.



Por eso, en cada surco debiera

Ensalzar su segunda providencia

A ti glorificándote ¡Oh trabajo!