domingo, 3 de junio de 2012

MAESTRO

De: Vicente Donoso Torres



Paciente obrero, silencioso y sano,

anunciador de días venideros

desborda sin reparo en los senderos

el fresco manantial de tu alba mano.



No retrocedes ante el vulgo vano

ni temes a los hombres traicioneros,

que siendo los amores verdaderos

de un aletazo salvan el pantano.



Como soldado de la paz que crea,

con el soplo fecundo de la idea,

la bella oportunidad del porvenir.



Asciende sin cesar por la altura cumbre,

al vivo resplandor de aquella lumbre

buscando el nuevo sol que ha de surgir.

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