jueves, 16 de agosto de 2012

Carta de una Madre

Anónimo


Hijo del corazón: Llorando escribo
Y el llanto borra mis temblones trazos
Dios quiera que esta te halle vivo
Y El te vuelva en bien hasta mis brazos.
Seis meses hace que el clarín sonoro
Te conduce a la bárbara pelea;
Yo desde entonces agonizo y lloro,
Sola, muy sola en la ignorada aldea.
Seis meses hace que la infausta suerte
Llevo consigo de mi hogar la calma;
Tu, desde entonces luchas con la muerte
Yo, sin luchar la llevo en el alma.
Un siglo de dolor es cada día
Cuantos han transcurrido y aún no vienes;
Para contar mis horas de agonía
Hay que contar mis canas en mis sienes.
Cuando el tenue fulgor de los luceros
Abandona tu padre los trigales;
Más que el hombro los rústicos aperos
Al alma pesan angustiosos males.
Hogaño los almendros no dan flores,
Y con las lluvias desbordose el río;
Así en angustias y penares
En llanto se desborda el pecho mío.
Tu única madre soy, que si la suerte
Te hace morir al pie de sus banderas
La Patria apenas llorará tu muerte;
Pero yo moriré como tu mueras…
Hijo del corazón: Llorando escribo
Y el llanto borra mis temblones trazos…
¡Solo quiero vivir por verte vivo;
Y quiero morir pero en tus brazos!...

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