miércoles, 22 de agosto de 2012

Elegía a Catavi




Por Flavio Vásquez Luna

Ahora yace en paz

como una madre puérpera

diste a luz mucho hijos

derramaste mucha sangre

supiste defenderte con coraje y dinamita.

Tus noches de San Juan han enmudecido

los aviones ya no sobrevuelan

con sus lluvias fatídica

tus hijos ya no derramarán más sangre

para defender tus entrañas.

Llallagua, Uncía, Andavillque

lloran tu tristeza y desolación

el fastuoso manantial

ya no vierte el recreo de la felicidad

el silencio es tu amo y señor.

Cómo no recordarte! Mi Catavi

si cobijaste mi niñez y juventud

en mi sangre corre pizca de tu copajira

mi aliento es coca y lejía

eres mi inocencia , alegría y triunfo.

El ruido febril de las máquinas ya cesaron

la alarma de tu “Pito”

anunciando la hora del ingreso y la salida

una asamblea ordinaria o extraordinaria

o su llanto agorero ya cesó.

El detonar de las cargas de dinamita

el rodar chirriante mina ingenio del “Suchu”

la bocina plañidera de las ambulancias

el lamento de agonía en los hospitales

el bullicio de los niños en las calles

ya no se escuchan, todo ya está en calma.

Tu metal del Diablo

qué destinos tendrá?

esparcidos a los cuatro vientos

habrá llegado a la Luna

será chatarra de las grandes potencias

o estará en un televisor

anunciando noticias que Catavi será reactivado.

Potosí del Siglo XX

Cómo no recordarte! Mi Catavi

Si te llevo en mi sangre

Fuiste mi energía vital

El lecho de mi caudal de realizaciones

Tu fuiste la catapulta en mi vida

DESCANZA EN PAZ.

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