domingo, 2 de septiembre de 2012

EL MOLLE

De Benjamín Guzmán C.

Glacial amanecer. ¡Cielo nublado!

El campo sin verdura, ¡todo yerto!

Y en el rastrojo del maizal desierto,

el rebaño a su suerte abandonado.



El rancho en sus techumbres escarchado,

En un seco erial trocado el huerto;

y junto a la fogata, el busto incierto

del mustio labrador desocupado.



Solo, como un milagro imponderable,

Que es protección del quichua en su cabaña

y símil de su vida inquebrantable.



Alza el tronco rugoso, con extraña

Ramazón del follaje inagotable,

el molle verde, rey de la montaña.

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