martes, 30 de octubre de 2012

A mis hijos

Susana Merino

Tres muchachos ojizarcos,

despeinados

tres estrellas

tres hermanos revoltosos

desmañados

que se enredan a mis horas

y convergen

en el amplio crisol de mi regazo

Tres monedas de oro fino

tres promesas que el destino

me ha entregado

y tres deudas...

tres empresas que la vida generosa

me ha confiado

y tres huellas

que un presente inasible

va trazando

a lo largo del tiempo, de mi mano

Hasta un día

ni tan cerca tal vez,

ni tan lejano

en que suelten amarras

mis tres barcos

mis tres sueños de piel

mis tres muchachos

y otro cielo distinto

les conceda

otro norte, otro puerto

otro regazo.

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