domingo, 29 de abril de 2012

Andanzas (II)

Entre mis raras andanzas,
-lo confieso porque es cierto-
la de encararme con tuertos,
con flacos y los de panza,

era muy corriente cosa
y no para hacer linduras
si no para echarles basura
a ellos y a sus esposas.

Mis andanzas eran tales
Que sus rebotes, temiendo,
Las venía dirigiendo
Siempre casi a animales.

Con ellos me salían baratas,
Lo cual no siempre ocurría
Si se cruzaban un día
Esos bichos de dos patas.

Perros, digamos, y gatos
Entraban mucho en mis chanzas,
Pero fallaban las danzas
Con los de saco y zapatos.

La suerte se me dio negra
Cuando en una temporada,
Para una chanza pesada
Me decidí por las suegras.

Una de ellas, nada tuca,
Me salió una noche al paso
Y me tiró un ladrillazo
Que me alcanzó en la nuca.

Casi me salta los sesos
Y para colmo de males
Perdí pesos y reales
Y se me quebraron dos huesos.

De andanzas no quise saber
Ni un pito en adelante
Y retorné a lo de antes:
La cosa buena aprender.

Mucho no he avanzado,
Lo proclamo y lo confieso,
Pero siento carne y hueso
Y estoy así ¡bien pagado!

martes, 24 de abril de 2012

Los heraldos negros

De Cesar Vallejo (Peruano)
-
A
+


Hay golpes en la vida, tan fuertes... Yo no sé!

Golpes como del odio de Dios; como si ante ellos,

la resaca de todo lo sufrido

se empozara en el alma... Yo no sé!

Son pocos, pero son... Abren zanjas oscuras

en el rostro más fiero y en el lomo más fuerte

serán tal vez los potros de bárbaros atilas;

o los heraldos negros que nos manda la Muerte.

Son las caídas hondas de los Cristos del alma,

de alguna fe adorable que el destino blasfema.

Esos golpes sangrientos son las crepitaciones

de algún pan que en la puerta del horno se nos quema.

Y el hombre... Pobre... Pobre! Vuelve los ojos, como

cuando por sobre el hombro nos llama una palmada;

vuelve los ojos locos, y todo lo vivido

se empoza, como charco de culpa, en la mirada.

Hay golpes en la vida, tan fuertes... Yo no sé!

El pavo real y el zorro

Por F. J. Balmaced


Cercano ya al amanecer del día,

a un pavo real un zorro le decía;

–“El dormir de la casa en la techumbre

es muy mala costumbre.

Si al más leve descuido

desciendes de tan alto

(el pensarlo me causa sobresalto),

quedarás en tortilla convertido.

Lástima que por falta de cordura

perezca tu persona,

y se pierda esa rica vestidura,

en que brillan matices y cambiantes

de esmeraldas, rubíes y diamantes.

Bájate sin recelo,

charlaremos un rato acá en el suelo”.

–“Señor zorro: agradezco su advertencia

y al amanecer allá voy”, contestó el pavo, y para sí decía: “Tan cándido no soy”.

Mientras así pensaba, poco a poco bajaba;

y era que tras un árbol descubría

al dueño de la quinta con su rifle,

que al zorro le apuntaba, y su atención, bajando distraía.

¡Pum!. . . el tiro salió, mató al malvado

y el que quiso engañar fue el engañado.

Con más de un zorro humano, zorro viejo, has de dar en la vida, y por lo mismo,

conserva en la memoria este aforismo:

“según el consejero es el consejo”.

lunes, 23 de abril de 2012

Te bendigo

A papá lo admiro
y hoy lo bendigo
él nos cuida mucho,
nunca nos hace faltar
el pan de cada día.
Papá, usted es todo
para mí.
Gracias por tu ejemplo.
Franz Kevin Áñez L.

domingo, 22 de abril de 2012

Para el ser que amo

Fue una fecha especial
el día dedicado al padre,
especialmente
para el ser que amo,
mi papito,
a quien le dedico
estas palabras
con mucho cariño.
Cuando llegás
del trabajo,
papito querido,
yo veo en tus ojos,
lo cansado que estás,
y cuando me abrazás,
siento que tu amor
es superior
a tus fuerzas.
Cuando estás en la casa,
todo es tranquilidad.
Con un beso te digo,
te quiero mucho papá.
Karla Turqui

sábado, 21 de abril de 2012

Por siempre

Mi padre trabaja
yo lo quiero mucho,
es tan bueno
por eso quiero ser
un día como él.
Me educa
con su mirada,
con sus palabras
me da amor.
Cuando voy a clases
lo extraño.
Por eso quiero
estudiar mucho
para ser alguien
en la vida.
Te lo prometo papá,
que por siempre
te voy a querer.
Nunca te vayas lejos
te pido.
Wilber García

viernes, 20 de abril de 2012

Isidro es tu nombre

Sorprendente por ser
Inteligencia y sabiduría.
Dios, gracias por eso,
Respeto y cariño
Oro por usted
Mariana Parada

jueves, 19 de abril de 2012

Te adoro

Papacito, gracias por
Amarme y cuidarme.
Pido al buen Dios
Amor para ti.

miércoles, 18 de abril de 2012

Gracias

Le doy gracias a Dios
por tener al padre
más lindo,
cariñoso,
simpático
y dulce.
Cuando me despierto
veo a mi papá,
me dice buenos días
con una voz
dulce y tierna.
Papito precioso,
si no estuvieras conmigo
¡qué fuera de mí!
Porque yo no viviría
sin usted papito.
Papito, si te enfermás,
yo te cuidaré
como nadie jamás,
porque te quiero
con todo el corazón.
Papito,
si te vas me voy también,
nunca te voy a dejar
por nada del mundo.
Gracias a Dios
por mi familia.
Es una bendición
mantener la unidad
en el hogar,
entre todos
en la casa.
Gracias Señor,
muchas gracias.
María F. Sosa Surubí

lunes, 16 de abril de 2012

De vuelta a casa (IV)

Se me dio por predecir
A hembras de confianza
Con gente nueva en la panza
Si hembra o macho iba a parir.

Con mi mente de gran gil
Y sacando mis cuentas bien,
Pienso que acertaba en cien
Mis pronósticos… más de un mil.

Lo que con esto decir quiero
Es que con tal acertijo
Yo me granjeé, de fijo,
Mi fama de gran cuentero.
Sin ton ni son daba lata
Al retornar a mi casa
Y como siempre a uno le pasa
Metía hondo las dos patas.

Decidí parar el carro
Porque con mis cuentos chinos
No hallaría un buen destino
Y me ahogaría en barro.

Por mi pueblo me puse a andar
Calle arriba y calle abajo,
Pensé buscarme un trabajo
Pero me supe aguantar.


Las calles y plazas anduve
Y si tal trajín me cansaba,
Pues, las fuerzas recobraba
Mirando recto a las nubes.

Me preguntaba inquieto
Porqué a mi casa volví
Y en tal circunstancia sufrí
La picadura de un peto.

Fue el colmo ese incidente
Y con rabia me quejé,
Circunstancia en que quebré
Una muela y dos dientes.

De regreso a casa estuve
Después de un largo vuelo,
Brillaba el sol en el cielo
Limpio, dulce y sin nubes.

martes, 10 de abril de 2012

El viejo de la leña

Entre montes, por ásperos
caminos, tropezando
con una y otra peña,
iba un viejo cargado
con su leña, maldiciendo
su mísero destino.
Al fin cayó, y riéndose
de su suerte, que apenas
levantarse ya podía...
llamaba con colérica porfía,
una, dos y tres veces
a la muerte.
Armada de guadaña
en esquelo, la parca
se le ofrece
en aquel punto,
pero el viejo, temiendo
ser difunto, lleno más bien
de terror que de respeto,
le decía, señora, yo llamé
desesperado...
¿Qué quieres desdichado?
Que me cargue la leña
solamente.
Tenga paciencia,
es la vida del hombre
siempre amable,
el viejo de la leña
nos las dice.
Felipe Mercado Roca / (Portachuelo)

Sal de mis lágrimas

De Yolanda Bedregal

Tanto por ti he llorado

tanto, tanto,

que te has identificado

con la sal de mis lágrimas.

Ya no puedo llorar de cosa alguna

sin que tu vengas a mis ojos.

Si de ternura o duda

y hasta si lloro de alegría

o sin motivo,

en la sal de mis lágrimas,

tú siempre estás presente.

En la hebra de hilo,

en la página abierta,

sobre la almohada huérfana,

a veces caen mis lágrimas,

–¡te juro, sin motivo!–

Y siento como si tu pelo

rozara mis pestañas.

Yo quiero estar a solas

con el amor de hoy día.

¡Y tú presente siempre!

¡Libérame por Dios!

Sal de la Sal de mis lágrimas.

Ya nunca pienso en ti.

Ya no te quiero.

Sal de la sal de mis lágrimas.

Al amor lejano

Eric Cárdenas del Castillo.

Sediento vivo de tu amor lejano

evoco tu rostro de sonrisa suave

tu talle perfecto de quince primaveras

tu cabello sedoso de reflejos virgen

tu ausencia me hiere, sin embargo vivo.

Recuerdo tus ojos de mirada triste

cuando al separarnos me miraste mústia

volví a mirarte para no olvidarte

un beso lejano sentí al partir.

La fruta fresca de tu amor ardiente

me ofreciste un día y olvidar no puedo

la sed de beber de tu amor callado

me envuelve en recuerdos, de tu amor lejano.

lunes, 9 de abril de 2012

Te extraño

Dondequiera que estés,
te extraño... te amo.
Hoy encontré en la arena
un viento que me guía
hacia ti.
En un silbido me envolvió
de amargura,
el sol se fue
sin despedirse del amor.
Me perdí en la noche,
y en el endulzar
de tu encanto
me desvanecí en el manar
de mis lágrimas.
Se perdió la luz,
soy una luciérnaga
que dejó de lucir.
Mi corazón inoculado
perdió la fragancia
de sus flores...
Te espero en el desierto
del amor
donde la arena es luz...
Tan lejos estás de mí
que al recordarte
mi corazón se detuvo
en el tiempo.
Wilfredo Chirinos F.

domingo, 8 de abril de 2012

De vuelta a casa (III)

-No estaba para jolgorios,
-a tal conclusión llegué-
y sobre la marcha pensé
que mi lugar era el velorio.

Y quedé tan convencido
De que tal era mi suerte
Que doquier buscaba muertes
Hasta de desconocidos.

Irrumpía a firme paso
Doquiera había un finado
Con los botines parados,
Y yo a besos y abrazos
Era de nunca acabar...
A dolientes fea o guapa
Les mojaba las solapas
De tanta lágrima enjugar,

En apariencia era plena
Mi amargura por los muertos
Incluso de extraños huertos
O de ardientes arenas.

Firme, firme como un hierro,
Al que se iba de este mundo,
Yo era primero o segundo
En llegar para el entierro.

Y como persona muy ducha
No abandonaba al difunto
Hasta ese preciso punto
En que volaban los suchas,

Me habían echado los ojos,
Del barrio, unos vecinos,
Que cruzaron mis caminos
Con sus perversos antojos,

“Buena plata es la que cobra
este grande sinvergüenza
que ni en chiste al menos piensa
que nada a nosotros sobra…”



Tuve que rascar mis piojos
Al notar que los vecinos,
Incluso los no cochinos,
Me daban palo a su antojo.
(Sigue)

Adiós amor

Que tonto fui,
ahora me arrepiento,
Cómo pensé
que te fijarías en mí,
Soñé despierto
con un amor
que no existió
jamás en la realidad.
Es cierto que un instante
conocí la felicidad
Mas, ahora, veo la verdad
Y esa pequeña
felicidad ficticia
se convierte
en una tristeza real.
Que tonto fui.
Cómo imaginé robarle
a tus labios un par de besos
Y a tus manos unas caricias.
Qué tonto fui
Cómo imagine
no volver a ver
lágrimas en mejillas.
Qué equivocado estaba...
Y aunque escriba esto
Y ya todo este dicho…
te quiero.
J. García

sábado, 7 de abril de 2012

En tus 15 años

Hace quince años
un angelito vino del cielo
y se quedó
en nuestro hogar.
Portadora de amor,
y mucho entusiasmo
nos contagiaste tu alegría
por haber nacido,
creciste mostrándonos
la inmensidad
del amor de Dios.
Tus manecitas suaves
las levantabas
para abrazarte
de tu mamá y papá.
Tu sonrisa
espontánea y dulce
nos decía que Dios existe
y que en la grandiosidad
de su obra fuiste el regalo
más preciado que Él hizo
a nuestra familia.
Queremos decirte
que te amamos
por lo que fuiste,
por lo que eres
y como eres,
porque por tu presencia
nos acercamos a Jesús
y agradecidos
le pedimos te dé
mucha sabiduría…
En este día, dulce angelito
del cielo,
te podemos amar,
te podemos abrazar,
estás al lado nuestro
y todo es bello
Todo es felicidad...
todo alegría…
Te amamos María Carolina Gómez Vásquez
Tu familia

Madre Dolorosa


(Autor Anónimo)



Madre de la pobreza

que donaste a tu Hijo,

ruega por nosotros.



Dulce Virgen, la más pura,

que yo llore tu amargura,

a tu lado, con amor.



Mi alma glorifica al Señor

mi espíritu se goza en Dios mi salvador.



Piedad de mí, Señor, por tu bondad,

por tu ternura borra mi pecado;

lávame más y más de mi maldad

y purifícame, Señor, de mi culpa.

Hoy es Hoy



Por: VIVI

(16 años)



Hoy es un buen día para empezar,

sonreír y disfrutar.

Gritar a la vida, que quieres más,

amar y demostrar que puedes más.



Hoy es un buen día para llorar,

desahogarse y escapar;

huir del mundo y cambiar

todo con afán de mejorar.



Ayer ya pasó,

el mañana aún no llega,

lo que pasó ya pasó

y mañana recién llegará.



Sólo tenemos hoy

para ser felices,

terminar lo que no terminamos

sólo hoy es hoy.

viernes, 6 de abril de 2012

Las abarcas de mi padre

Las abarcas de mi padre,
zapatos del siglo pasado,
zapatos que hoy en día
ya fueron olvidados.
Él las usaba en los días
de intenso calor,
no quiso usar las famosas
chinelas Ipanema
que un Día del Padre
le regalé.
Con una sonrisa
en los labios
las chinelas me devolvió,
lo siento hija pero
con mis abarcas
me quedo yo.
Las abarcas de mi padre
las guardé cuando
él murió y hoy,
al verlas de nuevo
me las imaginé
en sus pies.
Las abarcas de mi padre,
zapatos del siglo pasado,
han quedado como
testigos mudos de muchos
caminos andados.
Caminos que le llevaron
por senderos olvidados,
vías que recorrió cuando
en esta tierra vivió.
Las abarcas de mi padre
hoy de nuevo las guardé
en el baúl de los recuerdos
donde siempre
las conservaré,
porque ellas fueron
las que cobijaron
sus cansados pies.

Rosario Núñez Mendía

jueves, 5 de abril de 2012

Amarga mezcla

Ya me cansé
de contemplar
a mucha gente beber
la amarga mezcla
de vejez y soledad.
¿Quién te inventó pócima
desagradable?
Ahí veo aquella viejecita
rogando que
un alma generosa
pare el tráfico para ella.
Y ahí está nuevamente
aquel anciano solitario
que madruga para
obtener un pase
en el nosocomio.
¿Repara alguien en ellos?
¿Sus hijos tal vez?
¿La sociedad?
Pregunta sin respuesta
una vez más.
No; no siempre es cierta
la sentencia:
“Joven bailador
será viejo pedidor”
Simplemente
muchas veces la vida
se ensaña contigo
cual enemigo cruel.
Vida…
si quieres castigarme,
con un ingrediente
es suficiente,
pero no me hagas
escogerlo.
Es la única decisión
que no quiero tomar.
Solo quisiera pedirte
que cuando la luz
de mis ojos se apague,
o cuando quieras
que use un pie tercero,
la gente que ayudé ahora
esté a mi lado y me haga
más llevadero mi camino.

Bía Terrazas

martes, 3 de abril de 2012

El viejo y la muerte

De Félix María Samaniego Entre montes, por áspero camino, Tropezando con una y otra peña, Iba un viejo cargado con su leña, Maldiciendo su mísero destino. Al fin cayó, y viéndose de suerte Que apenas levantarse ya podía, Llamaba con colérica porfía Una, dos y tres veces a la muerte. Armada de guadaña, en esqueleto La Parca se le ofrece en aquel punto; Pero el viejo, temiendo ser difunto, Lleno más de terror que de respeto, Trémulo la decía y balbuceante: “Yo... señora... le llamé desesperado; Pero...”–“Acaba; ¿qué quieres desdichado?” –“Que me cargues la leña solamente”.

lunes, 2 de abril de 2012

De vuelta a casa (II)

Me miré en el espejo Al regresar a mi casa Y además de mala traza me vi feo y muy viejo. Era pasable lo de viejo, Mas lo feo, sin remedio, Ni por un real y medio Me aceptaban de cortejo. Como chino trabajaba Por lograr una corteja Patuleca, incluso vieja Y con trazas de paraba. Una accedió sonriente A mi ansioso galanteo, Mas lo primero que veo Fue que no tenía dientes. Y era vieja, más que abuela E intentaba convencerme Diciéndome ¡venga a verme Que aún me queda una muela!... -Si al menos fuese rica, ¡pero no, era bien pobre, en su bolsa… ni un cobre, decidí quedar marica! Pretendí echar raíces Al lado de una hembra Que fertilice mi siembra Y haga a ambos felices. Mas de las grandes verdades Está la del que tarde Siente que el bicho le arde Solo da con tempestades. Yo creí haber caído Como en el ojo, pedrada, A una que por hornadas Había sumado maridos. Pero la hembra en cuestión Me mostró recia su espalda Y haciendo valer sus faldas Me mató de un pescozón. (Sigue)

domingo, 1 de abril de 2012

Tu engaño

Por: Pam Liz Cuanto tiempo ya ha pasado, desde que te fuiste lejos de mi lado. Te amaba con gran inmensidad y anhelaba; tu rostro volver a admirar. Tus palabras... fueron un puñal rasgando grandes heridas; que derrumbaron mi pedestal. Mi amor, mi querido amor... eras mi adoración Pero llenaste mi alma de dolor Y terminó la canción Que alegraba mi corazón. ¿Acaso te perdí? Por: Pam Liz Con lágrimas en mis ojos, me he dado cuenta que hoy... Hubo una separación, una despedida lejana que quizás no existió. ¿Que hicimos mal? ¿Por que esto es tan cruel? ¿A dónde llegarán mis sentimientos? y ¿A dónde llegarán los tuyos? Te sentí tan lejano Que quise correr, correr y alcanzarte... Alcanzarte y abrazarte, abrazarte sin tocarte... Aún sin conocerte Traté de buscarte, ¿acaso te perdí? perderte sin tenerte y hoy... sin encontrarte.