lunes, 14 de enero de 2013

Me tendí debajo del árbol

Vilma Tapia Anaya


Me tendí debajo del árbol

encontraba en cada imagen gran belleza



en las hojas verdaderas

en sus cantos de agua retenida



en la seda rasgada que era la tarde

en el balbuceo de las piedras mínimas



Me acomodé de manera tal

que todo fuese más alto que mis ojos



y en las horas

se apilaron:



las preguntas preguntaban



Madre escucha



Madre escucha

tu esperanza es deletreada infinitamente

castaño húngaro arrancada hija su nombre

su nombre



lo grabaste dentro de sus botines



Era Auschwitz



Un hombre escondió seis monedas

¿Buscaba preservar el rutilar del mundo?

¿Con qué aliento?



Ana Frank recortaba ángeles de papel

pegados en una pared de la buhardilla

sobrevolaban



Hoy es Haití

tiene los ojos de los hijos de los muertos

y tiene las manos ahuecadas



no las alcanzo

no pude

no alcanzaba las manos de tu hija

no toqué

no toco tus manos



¿Y si ningún ángel ha huido

¿qué fue lo que se desbandó?

¿lo que es manos

en mis manos?



Ascanti



A este lado a la luz nos estamos

cantando



los hombres vienen

sus violines tiemblan alto

nos convidan



Oyéndolos en lo oculto

bailamos

mi pollera gira encendida y gira azul



Ven

zapatea conmigo a mi lado

tus pies y mis pies adheridos a la Tierra

golpean



has traído la cruz de claveles para la pirwa sagrada

si faltara

las cañas se abrirán y el maíz

recordará

traerá de nuevo



Escuchando

hemos mirado lejos



Rojo amarillo verde



¿Quién está silbando al otro lado de la pared

descascarada?



¿Quién silba debajo del antiguo ramaje del molle?



Una bandera entusiasta

quiere (al) país

detrás de esta pared



Un hombre silba y silba

resguarda la fiesta y los juegos de los corazones

que se despiertan con las espigas



No hay puerta que se abra

No lo veré

Pero su silbido me alza



compartimos los blancos deshilados de nube

y el volantín ofrendado



Supimos abrir las manos

supimos cerrarlas



El cielo de agosto resiste



Awatiris



Porque algo ha permanecido

ellos cuelgan primorosos claveles

de tallos largos en sus sombreros



para acompañar el día

inventan quenas y violines de tres cuerdas



Ellos comparten un ajtapi con phiri de maíz

que reverentes

comen con los dedos

y espacio adentro guardan

doce hojas de coca enteras



Porque algo se ha perdido

ellos dicen juramentos

elevan la voz

fragorosos rayos del corazón

claman misericordia



La unidad del cuerpo fue desmembrada



gritan gritos desprendidos

se insertan

en el terror de los animales.



Fundamentos



Tengo una hermana en la Argentina

yo también quise irme

pero si ella me contaba que sufría

yo pensaba para qué



Aquí estoy medio tranquilo

de plata no más se sufre en Tolapampa



Además

siempre hay que saber cómo está Bolivia



hay que saber cómo anda la escuelita

No hay comentarios:

Publicar un comentario