lunes, 17 de junio de 2013

De Magnificat

Eugene Guillevic

Yo beso tus rodillas,

estoy llegando.



Y pensar

que hay momentos

en los que para ti / soy

más leve que el aire.



Libérame

de este delirio

del que jamás

yo me libero.



Quédate. Quédate.

No te vayas siempre

incluso contra mí.



Con los vientos, con los ríos,

con todas las corrientes

que surcan la tierra.



Como la lava

repta bajo la tierra,

se reúne,

llega a la abertura,

se entrega,

hace sitio

a otras lavas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario