sábado, 1 de junio de 2013

EL CANTARITO EMBRUJADO



Edmundo Torrejón Cardoso



Las lecheras de mi tierra
llevan, por eso son bellas,
un cantarito embrujado
volandero en la cabeza...
Por eso su cuerpo erguido
y sus senos tentadores,
que tientan a quien no deben:
A las miradas curiosas
de los mocitos del pueblo.

Yo tengo, ¡ay sí!, mi lechera.
Lindaura, la muy morena.
Ñusta andaluza que lleva
a entregar todos los días
la leche de mis tres vacas.

Cuando de mañana va
a ser lechera del pueblo
al verla partir, tan bella
en el volar de su cántaro
y los pechos tan despiertos
bajo la blusa rosada,
muero en decirle: -Lindaura,
estoy celoso, no vayas:
¡Temo tus pasos del pueblo
donde el diablo nunca duerme:

Lo tengo en la lengua,¡y callo!
La dejo partir... Y quedo
pegado a la tierra buena.
Desde allí la veo en mis ojos
irse por el ancho río
transparente como el cielo,
por el azul de montañas
tan puras en sol y escarchas
que forman collar al valle...
Y pensando que al ser nuestros
han de protegerla en todo,
¡echo al viento el mal presagio!

¡Ay, cantarito embrujado,
cómo es tan firme tu imagen
en mi vida y el paisaje!

Del Libro “Romancero chapaco"
de Edmundo Torrejón Cardoso.
Industrias gráficas “La Comercial” SRL Tarija-Bolivia. 1981

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