lunes, 23 de marzo de 2015

Añorando el Mar Ausente

De: Mercedes Oblitas de Irahola (†)

Tengo un mar bello y hermoso

sus brisas repercuten

en apacibles corazones, que vibran

y sus olas asemejan muelles rodantes

porque sufren, el encierro

centenario.



Mar que tu suelo, y subsuelo

comprometen, riquezas sin par

mar que alimentas el numen de extraños

mar seccionada, por ajenos vivientes

mar arrancada en su savia, dolorosa

mientras la sed, nos devora

eres ausencia inextinguible.



Nieblas de antaño, confundidas

en su lontananza

Bolívar padre de la América naciente

diseñó a nosotros, en bravías olas

el mar que hoy es cautivo

arrastrando estos legados

con espíritus en sangría, esperamos

aunque la justicia tardía

llegue al destino, de infortunio, inesperado.



Bolivia tierra generosa

alma consagrada, de estirpe hogareña

en latitudes, de la altipampa

sus valles, llanuras,

hasta las Montañas Rocosas

se alzan en voz rimbombante.



Y el majestuoso Illimani, en concordia

rotura presagios, sugestivos

de réplica, en los tentáculos legendarios

son poderíos ignotos

subrogando, justicia, equidad

honestidad y valentía.



Mar cautivo, regresa

la proa nuestros buques

esculpían rojo, amarillo y verde

flameando justiciero

en cada muelle anclado.



Cuando resuenan, en el alma

las sabias enseñanzas de

nuestros antepasados

Ama Kella, Ama Llulla, Ama Sua

modulando dichos pensamientos

a oídos de adversarios

especial advertencia

a caballeros araucanos

devolvernos legítimos derechos

sin imprimir la espada

en el dorso.



¡Viva Bolivia con su mar!

acerquémonos

muy cerca, al remanso

de nuestros esperanzas

y derechos a las que jamás

renunciaremos.



Las madres, e hijos

saludando al gran día de julio

de nuestra emancipación

que lucharon nuestros protomártires

Murillo, Jaén, y muchos otros.

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