martes, 5 de mayo de 2015

Las campanas de la ermita

Se aproximan los pasos elásticos

de los lobos cansinos y viejos

que noctívagos, vienen de lejos

a turbar los silencios monásticos.

Con sus cuerpos enjutos y plásticos

van formando ferales cortejos;

y sus ojos, de fríos reflejos,

apuñalan la sombra fantásticos. . .

Un lobezno jadeante resuella

olfateando la trágica huella

que dejaron los genios del mal. . .

Y agorando a los lobos, que huyen,

en la rústica Ermita diluyen

las campanas su voz de cristal.

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