sábado, 24 de octubre de 2015

El querer

Autor: Manuel Machado

En tu boca roja y fresca

beso, y mi sed no se apaga,

que en cada beso quisiera

beber entera tu alma.



Me he enamorado de ti

y es enfermedad tan mala,

que ni la muerte la cura,

¡bien lo saben los que aman!



Loco me pongo si escucho

el ruido de tu charla,

y el contacto de tu mano

me da la vida y me mata.



Yo quisiera ser el aire

que toda entera te abraza,

yo quisiera ser la sangre

que corre por tus entrañas.



Son las líneas de tu cuerpo

el modelo de mis ansias,

el camino de mis besos

y el imán de mis miradas.



Siento al ceñir tu cintura

una duda que me mata

que quisiera en un abrazo

todo tu cuerpo y tu alma.



Estoy enfermo de ti,

de curar no hay esperanza,

que en la sed de este amor loco

tu eres mi sed y mi agua.



Maldita sea la hora

en que contemplé tu cara,

en que vi tus ojos negros

y besé tus labios grana.



Maldita sea la sed

y maldita sea el agua,

maldito sea el veneno

que envenena y que no mata.



En tu boca roja y fresca

beso, y mi sed no se apaga,

que en cada beso quisiera

beber entera tu alma.

lunes, 19 de octubre de 2015

Las plantas y el agua

De Arjona Delia

Olor a tierra mojada,

las raíces beben su agua,

un ramillete de plantas,

que se nutren con su savia.



Pura ella se desparrama

por los surcos del terreno,

que con la lluvia y el viento

hacen florecer el suelo.



Resurgen de las cenizas

todos los brotes tan tiernos,

que estuvieron esperando

lentamente en el invierno.



Agua bendita necesaria,

las hace vestir de verde,

las ramas en plegaria al cielo,

como aplaudiendo agradecen.

sábado, 10 de octubre de 2015

Mujer

De: Roberto Medrano Fernández

Frágil mujercita,

A ti entrego un corazón

Enamorado de la

dulzura de tus ojos,

Que nace

a la realidad del amor,

Y para mí eres,

vida hermosa,

Amor constante

con que añoro.



Las horas que

han transcurrido

Amargas y hermosas

Sólo Dios sabe por qué,

Que por cierta

es hermosa;

El amor que te profeso

Zumbará por en

siempre en tus oídos,

Y tendrás una alegría sin fin