domingo, 22 de noviembre de 2015

A Santa Cecilia Virgen y mártir

Gloriosa Virgen y mártir

Santa Cecilia,

modelo de esposa fidelísima de Jesús,

vedme aquí postrado

humildemente ante vuestras plantas.



Soy un pobre pecador

que vengo a implorar

vuestra poderosa intercesión

ante Jesús

a quién tanto amasteis,

suplicándote que me consigas

un verdadero arrepentimiento

de mis pecados,

un propósito eficaz de enmienda

y una heroica fortaleza para confesar

y defender la fe que he profesado.



Alcánzame la gracia de vivir

y morir en esta santa fe,

como también las gracias especiales

que necesito para vivir santamente

en mi estado.

Escucha y alcánzame mis súplicas,

oh virgen poderosísima,

para que merezca gozar un día

de la eterna bienaventuranza.

Así sea.

lunes, 16 de noviembre de 2015

Aceptación

• De: Regina Hill

Aceptación significa

que puedes

encontrar en tu corazón

la serenidad

que te libere del pasado

con sus errores y pesares,

te transporte hacia el futuro

con una perspectiva nueva,

y te haga apreciar

la oportunidad

de una nueva vida.



Aceptación significa

que cuando

haya momentos difíciles

en tu vida,

sabrás hallar el amparo

y el consuelo

para aliviar tus pesares.

Hallarás nuevas aspiraciones

y esperanzas,

e indulgencia en tu corazón.

Aceptación no significa

perfección para siempre.

Solo significa que

te sobrepondrás

a la imperfección.



Aceptación es la senda hacia la paz, para liberarte de lo peor,

conservar lo mejor,

y hallar en tu alma

la esperanza

que te acompañe toda la vida.



Aceptación es la mejor defensa del corazón,

el mayor bien del amor,

y la manera más fácil de seguir creyendo

en ti y en los demás.

martes, 10 de noviembre de 2015

Desde el cementerio a la esperanza

El silencio de Dios es un silencio que nos habla desde adentro.

A vivos que no están vivos y a muertos que no están muertos.

Sólo hay que dejarse acompañar, sólo hay que dejarse querer.

A la cúspide de este camino tan sólo se alcanza interiormente.

Cada cual consigo mismo ha de sentir-se alma para los demás.

Y todos, al unísono del sendero, ascen-der corazón a corazón.

No hay mayor intelecto que dejarse alumbrar por el Creador.

Hay que dejarse crecer, recreándose en nuestra privativa vida.

Una vida que se nos ha donado para escucharnos y escuchar.

Para escuchar el grito de Jesús y ennoblecernos con su espíritu.

Que los suspiros son llamadas en el itinerario viviente de la cruz.

En la cruz está nuestra poética y, en cada verso, siempre Dios.

Somos su viva poesía en este laberinto de sendas sin retorno.

Despojémonos de cuerpo, y volvamos al amor de amar amor.

Del amor jamás hemos de salir, pues sólo el amor nos sacia.

Del amar tampoco, pues la edénica vida consiste en amarse.

Y es que el amor cuando es, lo tras-ciende todo en la verdad.

Con la verdad, nada se corrompe, todo se vuelve armónico.

Tras nuestro ocaso, que más pronto que tarde, siempre llega.

Anclémonos en la esperanza de quien nos ama como nadie.

Que aunque el mundo no nos conozca, el Señor nos reconoce.

La victoria es nuestro Dios, la cruz que sufrió por amor pleno.

Por ello, el triunfo de la belleza nos embellecerá por siempre.

Ahora vistámonos de sosiegos y revistámonos de sueños.

Soñar es la estética con la palabra, aquella que viene de lo alto.

Que no es otra que la voz de Jesús, caminando junto a nosotros.

Abriendo la celeste ternura del poema más imperecedero.

Y, clausurando para siempre, con su bondad lo perecedero.

Víctor Corcoba Herrero

sábado, 7 de noviembre de 2015

Oración del danzarín a la Virgen del Socavón

Oh Virgen santísima

del Socavón

preciosa joya de nuestra cultura

e inspiradora de nuestras mejores tradiciones,

te ofrecemos nuestras promesas

nuestra plegaria y nuestra danza



Tú encarnas, los más altos

valores humanos

y religiosos de nuestros

antepasados

tú eres nuestro orgullo y nuestra esperanza;

nuestro refugio y

nuestro consuelo;

nuestra reina, madre y patrona



Mamita del Socavón,

por ti danzamos,

en cuerpo y alma,

en la solemne liturgia

de nuestro Carnaval.

Acoge benignamente

nuestro sacrificio

y nuestro homenaje



Virgencita de nuestro corazón,

míranos siempre con complacencia

infúndenos el amor al arte

a la verdad y a la virtud;

danos un alma pura y noble



Líbranos de los peligros

y angustias,

de las tentaciones,

vicios, odios y envidias

concédenos la salud

del alma y del cuerpo

el pan de cada día y

la paz del corazón

Amén

martes, 3 de noviembre de 2015

El día de Todos los Santos

Anónimo

Nos iremos de la tierra

de día o de noche,

de tarde o de mañana,

con frío o calor,

al final de nuestro día,

llegará la tarde,

y tendremos que irnos,

pero volveremos.



Viajaremos como los ríos

que navegando sueñan,

se van y se ahogan

en algún lejano mar,

nos iremos en los días,

los meses y los años,

años de luz llegando

de piadosas estrellas.



Caminaremos, viajaremos en soñadas alfombras

que caprichoso, teje con nubes un suave viento;

nos guiará en la noche la estrella de los sueños,

la estrella de Belén; la que siguieron los magos.



Regresaremos a la tierra, a sus bosques y aromas

cuando florezcan en tu jardín los cempasúchiles,

y ciñan sus coronas de blancas y diminutas flores,

en las costas, imponentes y majestuosos bocotes.



Regresaremos cada día de los fieles difuntos,

el día de Todos Santos y de los Santos Inocentes,

cuando en la tierra se encuentren y perdonen,

fundidos en abrazos almas de vivos y muertos.