lunes, 30 de mayo de 2016

Soy feliz mamita mía

Soy feliz, mamita mía, amada mía

porque un día en el albor de la vida, del perdón y del amor

recuerdo entre la tenue figura que mi mente

entonces tejía

al ángel de Dios que me unió a ti con amor.



Soy feliz, luz de mi vida, eternamente mía

porque desde aquel día, entre llanto, alegría y

dolor

y entre sublime ternura y el canto de las aves en melodía

siento en mi alma la llama de tu pasión arder con esplendor.



Soy feliz, mi eterna flor, mi luz del día

porque son tus manos las que tejen mi vida con dulzura y fervor

y son los hilos de tu amor que hacen de mi ser que el ángel quería tan parecido a ti y a imagen y

semejanza de Dios creador.



Soy feliz, mi aliento de vida, mamita mía

porque es tu dulzura y tú humilde figura que

brilla con gran resplandor

si el destino en algún recodo del camino de la vida de ti me alejaría

será tu amor la luz que me guía noche y día para marchar sin temor.



Soy feliz, querida madre mía

porque de ti y Dios sólo emana ternura y

abundante amor

aunque el dolor te corroe el alma y te deja en

agonía

tu cumplida misión materna te consagra al Dios de la vida y del amor.

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