sábado, 30 de julio de 2016

¿El nunca?



Llueve
en la casona.

En cada gota
esculpo
algún
recuerdo
- cauto -

El patio
- sinfonía -
remanso
de los sueños.

Un prisma
los salones
difuminando
ausencias.

Soledad
de las témperas.

Los óleos
que proclaman
atisbos
de oraciones.

Un eco
las alfombras:
de pasos vacilantes:
¡de infancias!
¡de bastones!

Llueve
en la casona,
es gris
hasta el relámpago
con su clamor
de oboes.

Sillones
filosóficos
que atisban
los cristales:
Las lágrimas
del viento:
justificando
paltos,
chirimoyos,
higueras,
el tul
del emparrado.

¿El nunca
en las cosechas?
San Bernardo de la Frontera, verano 2015

Amor

Amor sin manos sin miedos,

abrázame que tengo frío,

que quiero en el cuerpo mío

sentir la piel de tus dedos.



Quiero ser más que el hielo

quiero ser el agua que has de beber

la estrella que mirarás

el camino que andarás

la luz de un nuevo amor

y la luna de tus noches.



Te recuerdo cuando miro

ese recuerdo encadenado

quiero salvar tus pecados

una vez y nada más,

imaginar su verdad

entre tus labios cerrados

rojo labio que enloquece

ojos que parecen un sol,

es una rosa tu boca

que mis ganas enardece

cuando te entregas en cada

caricia

mereces el amor más limpio

y puro

y me comporto seguro

cuando despierto del sueño

y descubro que soy dueño

de un amor en lo oscuro.

martes, 26 de julio de 2016

Poesía boliviana: Youkali



Augusto Jordan Quiroga (*)

VI
En liturgia ancestral indiferente al tiempo
el calendario muda sus vestiduras
prisa puntual de relojero
no se detiene ante el gemido helado
ni en el ritual obsceno del otoño.
Sólo hay un tiempo que lo turba y que lo troca
Aquél, en que el leve rocío tempranero
hurta a la luna sus encantos,
y prohíja tu nombre y su aroma.
Amalgama de arcilla y arco iris
Tu cuna rivera fecunda de dicha.
Entorno de bosques coloridos.
Marcha nupcial de primavera.
Eres Septiembre.
En el paraíso de tus ojos, comienza la creación
Límpida tu mirada, enreda el sortilegio
Del encanto y el prodigio.
Las horas son compases marcando
la espera del eco sonoro de tu risa,
del mendrugo que sabe a gloria eterna.
tinieblas tu ausencia
cobijan la tristeza en gotas de lluvia.

VII
En la otra orilla del páramo inalcanzable
el viejo muro de piedra encallecida
implora el ósculo de la hiedra,
más La piedra es siempre piedra
aún en medio de las olas,
vana ilusión de ser pez o espuma,
enajenado sueño
perseguir a las sirenas.
Al soldado que entierra sus armas en la arena
no le espera la victoria de tu voz
ni el reposo en tu hamaca.
Le resta la huella de tus pies o tu sandalia,
murmurar tu nombre
que le sabe a primavera, huele a incienso.
Ahí es cuando el amor, tiene posada.



(*) El autor es abogado y escritor.

lunes, 25 de julio de 2016

Un poema, una canción y un monólogo para el Illimani...

Illimani, Carlos Mesa, expresidente de Bolivia
Como un escudo que protege
Como un manto
Como el único horizonte
Dueña de la luz, de todas las luces
Mirada de miradas
Casi transparente al amanecer
Montada en la bruma, casi azul
Luz que refulge en las horas
Cruzada de nubes, esquiva
Mira que te miran, infinita
Celadora del tiempo, del nuestro
Del de todos, desde el principio hasta el final
Nacimos a tus pies y allí crecimos
De tu silueta alimentados
Dueña del valle profundo
Dueña de los espacios
De los pliegues de la tierra
Preciosa y nocturnal,
Hija de la luna
Madre del sol
En el alba y en la negrura
Montaña mágica que nos velas
Gigante, camaleón de las distancias
Distinta en cada lugar, nueva
Sobre el agua
Sobre el cielo
Sobre la cuenca iluminada
Sobre nuestras almas
Dentro de nuestras almas
Míranos mirarte enamorados de tus rocas
De tus cumbres perfectas
De tus vientos adivinados
Cúbrenos el día decisivo
Para que nunca más estemos lejos



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Lustra, monólogo, David Mondacca, actor

(...) A mí me conocen como el "Ilustre lustra”. Conozco La Paz como nadie. Yo siendo adolescente he bebido con el Toqui Borda, el gran pintor.

También he bebido como el loco Saenz y, por si fuera poco, fui amigo del Víctor Hugo Viscarra; cuántas veces lo he salvado del hambre.

Con los paceños ilustres me he codeado; con el compadre Palenque cuando era Caminante, con don Antonio Paredes Candia que me regalaba libros (...) ¿Y los lugares que conozco? Podría ser tranquilamente guía turístico, pero nadie me da bola. Al Illimani por todo lado yo lo he visto.

¿Y quieren que les cuente un secreto? Parate en El Alto y andá bajando a la ciudad, hasta llegar a los pies de nuestra sagrada montaña, vas a descubrir que mientras más te acercas, menos lo ves. Empieza a desaparecer, a hacerse uno con el cielo. ¿Saben por qué? Porque lo sagrado sólo se mira de lejos. Mejor me voy, viene el gendarme. Halla placer en humillarme. Me echa de la calle como si fuese el dueño. ¡Qué grave llegar a viejo!



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El Illimani nos mira, Luis Rico, cantautor
Vestido con poncho blanco
El Illimani nos mira
Y nos encuentra bailando
En la fiesta que delira
La Iglesia de San Francisco
Ch’alla con agua bendita
las cositas que el Ekeko
nos trajo para Alacita.
Vestido con poncho blanco...
Baila el Ch’uta con sus cholas
Y su banda de metales
Baila música de moda
El Pepino en Carnavales.
Vestido con poncho blanco...
La suerte en plomo y cerveza
El pájaro buenagüero.
Sucumbé de espuma espesa
En la Fiesta de San Pedro.
Vestido con poncho blanco...
La Paz en ritmo fastuoso
En Gran Poder se engalana
Para el santo milagroso
Bailando la Morenada.
Vestido con poncho blanco...
El Mururata en amores
Viene abrazando a su hermano
Con ganjengo y con tambores
De los Afrobolivianos.
Vestido con poncho blanco...

sábado, 23 de julio de 2016

Te deseo lo mejor

Pasaba largo tiempo desde que no te veía,

Y yo creyendo que te había olvidado,

Pero con solo una mirada tuya me di cuenta,

Que de ti sigo completamente enamorado.



Me sentí diferente al verte de nuevo,

Sentí que tú podrías sentir lo que yo estoy sintiendo,

Amor por alguien pero amor del bueno,

Del que nunca se apaga porque siempre está

ardiendo,



Traté, traté pero al final fracasé,

Intentar olvidarte parece que nunca podré,

Solo me queda callar esto que por ti siento,

Solo en la oscuridad mientras voy desapareciendo,



Me manifesté ante ti y me diste una respuesta,

La que el perdedor recibe cuando no llega a la meta,

Amar a alguien mientras que ella te desprecia,

Solo fingir ser amigos mientras ves cómo alguien la besa,



Pero aunque me duela en el alma te deseo lo mejor,

Por afuera sonriendo aunque por dentro con dolor,

Pero si tú eres feliz yo también soy feliz,

Porque lo único que quiero es verte sonreír.

miércoles, 20 de julio de 2016

Canción de otoño en primavera

Rubén Darío (nicaragüense)
Juventud, divino tesoro

¡ya te vas para no volver. . .!

Cuando quiero llorar, no lloro

y a veces lloro sin querer. . .

Plural ha sido la celeste

historia de mi corazón.

Era una dulce niña, en este

mundo de duelo y aflicción.

Miraba como el alba pura;

sonría como una flor.

Era su cabellera oscura

hecha de noche y de dolor.

Yo era tímido como un niño.

Ella, naturalmente, fue

para mi amor hecho de armiño

Herodias y Salomé.

Juventud, divino tesoro

¡ya te vas para no volver. . .!

Cuando quiero llorar, no lloro

y a veces lloro sin querer. . .

Y más consoladora y más

halagadora y expresiva,

la otra fue más sensitiva

cual no pensé encontrar jamás.

Pues a su continua ternura

una pasión violenta unía

en un peplo de gasa pura

una bacante se envolvía.

En sus brazos tomé mi ensueño

y lo arrullo como a un bebé. . .

y le mató, triste y pequeño,

falto de luz, falto de fe. . .

Juventud, divino tesoro

¡ya te vas para no volver. . .!

Cuando quiero llorar, no lloro

y a veces lloro sin querer. . .

Otra juzgó que era mi boca

el estuche de su pasión;

y que me roería, loca,

con sus dientes el corazón.

Poniendo en un amor de exceso

la mirada de su voluntad,

mientras eran abrazo y beso

síntesis de la eternidad.

Y de nuestra carne ligera

imaginar siempre un Edén,

sin pensar que la primavera

y la carne acaban también. . .

Juventud, divino tesoro

¡ya te vas para no volver. . .!

Cuando quiero llorar, no lloro

y a veces lloro sin querer. . .

¡Y las demás! En tantos climas

y en tantas tierras, siempre son,

si no pretexto de mis rimas

fantasmas de mi corazón.

En vano busqué a la princesa

que estaba triste de esperar.

La vida es dura. Amarga y pesa.

¡Ya no hay princesa que cantar!

Más a pesar del tiempo terco

mi sed de amor no tiene fin;

con el cabello gris me acerco

a los rosales del jardín. . .

Juventud, divino tesoro;

¡ya te vas para no volver. . .!

Cuando quiero llorar, no lloro

y a veces lloro sin querer. . .

)))o(((

sábado, 16 de julio de 2016

Poema a La Paz

Te miro

Horizonte oscuro de humo y melancolía

Recuerdo los sonidos que me quedan

De tus noches

Solapa levantada

Negro puro sin estrellas

Viento enredado en las esquinas

Imagino el diamante que eres en mis manos

Recorren mis dedos los caminos que llegan a tus puertas

Espero el instante de entrar de nuevo en ti

Primero suavemente

Hasta el centro de tus lluvias inclementes

Para empaparme

Después con pasión que arremete

¿Qué magia encierran tus rincones azules

Parientes del espacio?

No olvidaré nunca

Mis huellas en tu entraña

Ni las tres siluetas de nieve

Que hipnotizan mis sentidos

Te he caminado tanto

Que me quedé contigo

En la memoria de los hombres

Agotados de hacerte

Qué extraño es el hechizo que me llama

Ciudad nacida de la guerra

Que tengo los minutos inundados de desearte

Los labios secos sin tu valle

Detrás del altiplano

Desparramada

Como cayendo

Me esperas

Porque siempre esperas los cuerpos de tu cuerpo

Porque sabes que la muerte se hace amiga

Debajo de tus cerros.

sábado, 9 de julio de 2016

Borrascas de Invierno

De: Aníbal Abel Alarcón Caparroz

Por el camino de siempre,

en tu duro peregrinar,

al lado adverso a la primavera,

llegas a límites mínimos;

sin tapujos



De envolvente sacudida…, no

otra cosa es tu sentida presencia;

visitando de allende los mares,

con sábanas de encantadoras florestas;

consigo trayendo brisas frioleras,

a éste terruño.



Dibujando a tu paso…, líneas difuminadas

de flores desvanecidas por el hielo;

desenvainando a la vez

hacia estos jirones

cartuchos en ráfagas

de escarcha.

Aquí me encuentras otra vez;

tiritando de frío, donde los tenues,

rayos del sol no calientan sino…,

hasta el borde del medio día.



En estas alturas, de madrugada,

es cuando "calas", los bordes de mis huesos;

así, en lenta aspiración…, siento de ti;

tu hostil compañía

martes, 5 de julio de 2016

Entre el arqueo y el balance

No me gustan los devotos del señor soborno,

tampoco los piadosos de puertas para afuera,

ni los sentimentales que viven según les place,

que donan únicamente aquello que les sobra,

en lugar de donarse ellos, ¡hasta no dejarse piel!

De un tiempo a esta parte, me parto de dolor,

pues en este mundano mundo, los inhumanos

humanos sólo se reparten panes indecentes,

palabras que en vez de alimentar consuelo,

nos desnutren el alma, ¡nos nutren de vicios!

¿Habrá mayor inmoralidad que servirse

del pobre con la humillación y la miseria,

adueñándonos de sus vidas y usurpándoles

el sueño de la libertad?. Pongamos mesura:

al privilegio de unos, ¡el dominio de los otros!

Aquí, en la tierra de nadie, ya no se gana el pan

con la sublime dignidad de nuestros abuelos,

ni con la esperanza de nuestros propios padres,

nos hemos vuelto tan adictos a lo material,

que todo lo que no es dinero, ¡mejor no exista!

Olvidamos que el espíritu gobierna el cuerpo,

que la sabiduría no es otra cosa que el yo

caminando por este galáctico universo de color,

tan místico como contemplativo, tan de Dios,

que aunque nada es, ¡lo es todo en la creación!

Despertemos, pues, a la rectitud de la poesía,

volvamos al árbol de la equidad, retornemos

y custodiemos esta vida nuestra en su hondura,

que sí vivir, ¡es hacer arqueo de lo andado!,

también morir, ¡es hacer balance de lo vivido!

Víctor Corcoba Herrero

corcoba@telefonica.net

¿Cómo pudiera hacer?

¿Cómo pudiera hacer

para peinar con peine de oro

tu negra y encantada cabellera

y ver cómo ella ondula alrededor de tu cuello?

¿Cómo pudiera hacer

para que los luceros de tus ojos

rompiendo el caos de mi ceguedad

sólo brillaran en mi corazón?

¿Cómo pudiera hacer

para beber tu aliento y conseguir

que la mulla que está floreciendo en tus labios

se cubriera de flores aún más rojas?

¿Cómo pudiera hacer

para que la pureza de tu mano

avergonzando a la azucena

reverberara todavía más?

¿Cómo pudiera hacer

para que el ritmo de tu andar

en cada paso fuera derramando

más flores que las que hoy le veo derramar?

Y si me fuera dado hacer todo esto,

ya podría plantar tu corazón

dentro del mío, para verlo

eternamente verdecer.

Imaynallatan atiyman

¿Imaynallatan atiyman

yana chhillu chujchaykita

qori ñajcchawan ñajcchaspa

kunkaykipi pujllachiyta?

¿Imaynallatan atiyman

cchaska qóyllur ñawiykita

ñausa kayniyta kichaspa

sunqollaypi kkanchachiyta?

¿Imaynallatan atiyman

puka mulla simiykita

samayniykita umispa.

Astawánraj phanchachiyta?

¿Imaynallatan atiyman

riti sánsaj makiykita

jamanqayta ppenqachispa

astawánraj sansachiyta?

¿Imaynallatan atiyman

chays súmaj puriyniykita

sapa thaskiypi ttikata

astawánraj muttuchiyta?

Kay tukuyta atispañari

atiymántaj sunqojkita

súnqoy chaupipi mallkispa

wiñáypaj phallallachiyta.

domingo, 3 de julio de 2016

A la Carrera de Ingeniería de Minas 3 de julio - 1906 - 2016

Autor: J. Elvys Trujillo L.

Somos humanos en la lucha por el conocimiento

Creemos en el estudio, porque es una aventura interminable y

sacrificada

Pero constructiva que nos lleva a avanzar cada día más

Así son los días en la carrera de Ingeniera de Minas

Noble carrera con ideales y gritos de reivindicación

Pero también gritos de esperanza.



Los más de 110 años de vida nos dan la templanza de

Formación académica permanente de los que están

En sus patios, en sus canchas en las aulas y laboratorios

En su compartir de docentes y estudiantes

Esa es la Noble carrera con ideales y gritos de reivindicación

Pero también gritos de esperanza.



Porque en las puertas de nuestros corazones

Siempre tendremos en la mirada al tío de la mina

Y tenemos la esperanza de ser un sobrino más

Somos parte de la carrera de Ingeniería de Minas

Soy minero, mi meta es el brillo del oro

Y lo encuentro en las rocas en cualquier latir

En las mañanas frías pero alegres en el corazón

En el cálculo precisión y simetría de ingeniería

En el trapecio del tiempo y la ecuación compleja.



En la inspiración tengo a la mecánica de rocas,

La mensura de la mina, la chispa de una guía

El estallido de una dinamita, el ruido sonoro de

Una voladura, quienes son mis fuentes del silencio ante

La aparente infinitud del desconocido en las aulas



Porque somos capaces de comprar voluntades

Seducir seres humanos y amenazar a científicos

En los conocimientos adquiridos, aunque se nublen

Nuestros ojos y se quiebre nuestra voz

Queremos que nuestras letras no se vistan de dolor

Quiero poner un granito de estaño, plata, zinc

Para tener mi texto con brillo y con color.



Algún momento dejaré la carrera, los sueños, las ilusiones

Pero en esta tierra también existe vida, sol y luna

Porque para la carrera de minas, la vida es un libro

Para entender y comprender porque nuestra presencia

En el espejo del mundo aun no me veo muy claro



Entonces seguiré amando mis libros, seguiré siendo un lector

Y así estaremos ilusionados por nuestro camino

Porque haremos temblar a la luna, rugir al mar

Rompiendo el silencio de la ciudad Universitaria



Porque la noche nos roba media vida, porque

Miramos a la noche, como la fábrica de imaginación,

De pensamiento, de ciencia quimerista para conquistar

A los cerebros huecos, mecánicos, filosóficas, a la sombra al miedo

Esperando el día para un nuevo proyecto minero

Y al abandonar las aulas y seguir nuestro camino

Con las huellas del aprendizaje y conocimiento

Y ser explotadores de las profundas minas



Somos humanos en la lucha por el conocimiento

Creemos en el estudio porque es una aventura interminable y

sacrificada

Tenemos la paciencia para comenzar cada día con ideales grandes

Porque mientras tenga sangre en mis venas

Te seguiré queriendo, te seguiré adorando

Mi querida Carrera de Ingeniería de Minas



(*) El autor es Director de la Carrera de Ingeniera de Minas, Petróleos y Geotecnia

sábado, 2 de julio de 2016

Necesito de un amigo

Por: William Herrera Flores

Necesito de un amigo;

paciente y solidario,

algo loco, algo chiflado,

algo sabio y algo tonto;

que sepa darme consejo

si es que me equivoco,

que sepa darme silencio

si es que yo me enojo.



Necesito de un amigo;

aquel que llore conmigo,

aquel que ríe sin sentido

o que planee mil locuras

y me llame a mi primero.



Necesito de un amigo

que no siempre tenga dinero

pero que me saque del hoyo,

el lugar donde me encierro.

Necesito de un amigo;

inteligente y listo,

que se enoje conmigo

si es que decepciono,

que sepa ser mi abrigo,

que no olvide ser mi amigo.



Necesito de un amigo;

algo loco, algo chiflado,

divertido y no amargado,

extravagante y sencillo,

que no siempre tenga mis gustos

pero que soporte mis disgustos.



Necesito de un amigo;

que le encante la poesía,

que me cuide como hermano,

que me visite cada día

y sepa darme su mano.

Necesito de un amigo;

que me reclame y que me anime,

que me entienda como vivo,

que viva con mis fantasías,

mis tonterías y mis sueños,

que soporte mis caprichos,

mis enojos y mi odiosa forma de ser.



Sin embargo yo haría,

quererle como mi hermano,

aconsejarlo como sabio,

apoyarlo más que un amigo

y estar siempre a su lado

en locuras y desmayos.



Pero grito al mundo todavía

¡Necesito de un amigo!