miércoles, 28 de diciembre de 2016

Soneto

Manuel Acuña
Porque dejaste el mundo de dolores

buscando en otro cielo la alegría

que aquí, si nace, sólo dura un día

y eso entre sombras, dudas y temores.

Porque en pos de otro mundo y de otras flores

abandonaste esta región sombría,

donde tu alma gigante se sentía

condenada a continuos sinsabores.

Yo vengo a decir mi enhorabuena

al mandarte la eterna despedida

que de dolor el corazón me llena;

Que aunque cruel y muy triste tu partida,

si la vida a los goces es ajena,

mejor es el sepulcro que la vida.

OOO

A Asunción

Poemas de amor de Manuel Acuña

Mire usted, Asunción: aunque algún ángel

metiéndose envidioso,

conciba allá en el cielo el mal capricho

de venir por la noche a hacerle el oso

y en un acto glorioso

llevársela de aquí, como le ha dicho

no sé qué nigromante misterioso,

no vaya usted, por Dios, a hacerle caso,

ni a dar con el tal ángel un mal paso;

estése usted dormida,

debajo de las sábanas metida,

y deje usted que la hable

y que la vuelva a hablar y que se endiable,

que entonces con un dedo

puesto sobre otro en cruz, ¡afuera miedo!

No vaya usté a rendirse

ante el ruego o las lágrimas y a irse...

que donde usted nos deje

por seguir en el vuelo a su Tenorio,

después irá a llorar al purgatorio

sin tener quien la mime, aunque se queje...

Conque mucho cuidado

si siente usted un ángel a su lado,

que yo, como su amigo,

con tal que usted, Asunción, me lo permita,

le aconsejo y le digo

que después de Rosario y Margarita

no admita usted más ángeles consigo.

Estése usted con ellas

compartiendo delicias e ilusiones

todas las horas tienen que ser bellas;

viva usted muchos años

(como un humilde criado le diría)

y mañana que sola o entre extraños

se encuentre por desgracia en este día,

si busca usted una alma que la ame,

llame usted a mi pecho, y conque llame,

si no estoy muerto encontrará la mía.